10.000 latidos para el corazón de Andalucía

No quiero que piensen: quiero que sientan. En un lugar de Nueva Zelanda, desconozco exactamente cuál, las luciérnagas parpadean caóticamente durante unos minutos al atardecer. Pero a medida que el paisaje se emboza de sombras, sus luces se acompasan hasta terminar...