Un hombre solitario es quien se aferra a su dios para convertirse en bestia. Quien en nombre de su dios niega al ser humano que siente o piensa diferente. Quien invoca a su dios para pedir la paz a los suyos mientras asesina a los otros. Los hombres solitarios necesitan del “otro” al que temer y odiar porque no se arrodillan como ellos, no hablan como ellos, no piensan como ellos… El otro siempre está equivocado. Por eso hay que exterminarlo. Y cuando acaben con estos otros, buscarán a nuevos otros que amparen racionalmente su existencia en soledad…

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